Puertollano: una Pompeya paleobotánica
Roberto H. Wagner (Responsable del Museo de Paleobotánica del Jardín Botánico de Córdoba)
Una marisma de finales del Carbonífero hace unos 295 MA instalada al borde del mar y adosada a un Macizo Ibérico recien constituida se sepultó por una lluvia de cenizas volcánicas que preservó la composición de la flora de este ambiente especializado. Dominaba una licópsida isoetal gigante (hasta 6 m de altura) asociada a bosquecillos de helechos arbóreos. Los cursos de agua fueron bordeados por equisetos gigantes (Calamites). La preservación excelente permitió reconstruir la licópsida arbórea y hacerse una idea de su estrategia reproductiva
91 411 13 28
Una marisma de finales del Carbonífero hace unos 295 MA instalada al borde del mar y adosada a un Macizo Ibérico recien constituida se sepultó por una lluvia de cenizas volcánicas que preservó la composición de la flora de este ambiente especializado. Dominaba una licópsida isoetal gigante (hasta 6 m de altura) asociada a bosquecillos de helechos arbóreos. Los cursos de agua fueron bordeados por equisetos gigantes (Calamites). La preservación excelente permitió reconstruir la licópsida arbórea y hacerse una idea de su estrategia reproductiva
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Fecha
- Martes, 21 Noviembre 2006