¿Por qué hablar de manos cuando en realidad son patas?

Portada del artículo "¿Por qué hablar de manos cuando en realidad son patas?" de la revista NaturalMente nº 9

El otro día, caminando por la calle escuché: “como no te portes bien, hoy no te doy tus juguetes”. Pensé, con ternura, pobre niño, hoy se queda sin jugar. No fue poca mi sorpresa al girarme y ver que a quién se dirigía la mujer no era a un niño, sino a un pobre perro que miraba atónito a su dueña.

Documentación